La sumisión es toda una práctica que se ha hecho más conocida últimamente. Después de la salida de algunas producciones cinematográficas que exponen la sumisión, el sadomasoquismo y el BDSM, estas prácticas han sido deseadas por unos y odiadas por otros. Pero, indudablemente llaman mucho la atención. Ésto, porque cotidianamente lo vemos como algo muy nuevo y atrevido, aunque no sabemos que en realidad la sumisión trae una larga historia de fondo. Lo que sí hay que tener en cuenta indiscutiblemente, es un grado de precaución en todas estas prácticas, debido a los peligros que pueden traer consigo.
En primer lugar es necesario tener en cuenta que para practicar, por ejemplo la sumisión, se debe contar con el consentimiento de todas las personas involucradas y saber que en el momento en que una de las personas decida detenerse, así se debe hacer, de lo contrario podríamos correr en un grave caso de violencia.
Cotidianamente se puede ver la sumisión como simplemente tener sexo con una persona que tiene un rol pasivo, sin embargo la sumisión es un mundo completamente diferente, en donde la persona que quiera ser sumisa debe aceptar y obedecer a todo lo que se le ordene. Esto con unos límites que llegan solo a utilizarse en casos extremos, los cuales pueden ser pactados en un contrato o verbalmente antes de iniciar a ser el sumiso o la sumisa de la persona con la que estarás.
Realmente la sumisión es todo un pacto de entrega y obediencia hacia una persona que estará encargándose del placer de ambos, ya que se satisfará a ella o él mismo pidiéndote que haga todo lo que necesite y de la misma forma la persona que acepte ser un o una sumisa es porque le agrada y le excita la idea de pertenecer y satisfacer a otra persona.
Así que teniendo esto claro vengo a contarte 5 de las mejores posiciones que puedes utilizar para tener diferentes expresiones del sexo si tienes una sumisa a tus pies:
Independientemente de si eliges practicar esta postura de pie o acostado sobre la cama, ten en cuenta que quien se encargará de someter y estimular a tu pareja, será el juguete sexual que decidas utilizar. En este caso, te recomendamos elegir un vibrador alargado y discreto cuya potencia la deje sin aliento, como el Anya Svakom, que además se calienta para dar más placer. Haz vibrar desde el interior, ata sus manos detrás de su cuerpo y sé tú quien decida cuándo y cómo comenzar con la estimulación, juega con las velocidades y no pares de jugar hasta que llegue al orgasmo.
Fusiónate a tu pareja, decide entre ser sumiso o dominante y, una vez asignados los roles, asegúrate de atar las muñecas y los tobillos del sumiso con la finalidad de hacerle perder el control de sus movimientos, pues no poder mover brazos y piernas durante el acto sexual puede resultar de lo más sexy e interesante, aprende a atar e inmovilizar a tu pareja con ¡nudos bondage para principiantes! O utiliza esposas para atarla. Si lo deseas, también puedes utilizar pinzas para pezón que te ayuden a intensificar el dolor y el placer a la hora de alcanzar el orgasmo.
Usa el mobiliario a tu favor y, ya sea un banco, una silla, o alguno de los muebles sexuales para los amantes del sado, encierra a tu pareja alrededor de tus deseos y ordénale que se coloque sobre el mueble que selecciones, después átala hasta dejarla completamente inmóvil, posteriormente comienza a darle ligeros azotes en el trasero con un látigo, fusta o paleta spank, o simplemente haz de las nalgadas tus mejores aliadas para alcanzar la estimulación. Recorre su cuerpo con tu lengua y utiliza Love Toys que te ayuden a intensificar las sensaciones antes, durante y después del acto sexual.
Más que ser una posición, son muchas posiciones que se encuentran en un mismo conjunto. El shibari es una práctica muy entretenida y erótica que pone a prueba todas tus habilidades con los nudos y perspectiva artística. La cual hará ver a tu sumisa como toda una obra de arte.
Lo más común en el shibari es suspender a la sumisa del techo con ayuda únicamente de cuerdas, las cuales se atan alrededor de su cuerpo dejándola completamente a tus deseos.
Al tener a tu sumisa suspendida, únicamente el amo fue quien eligiera su posición por lo que puedes ubicarla con las piernas abiertas, cerradas, hacia arriba o boca abajo.
Gracias a las películas, esta es la posición que primero viene a mi mente cuando pienso en la sumisión y sadomasoquismo. La posición tiene este nombre porque la mujer o la persona que haga de sumiso formará una estrella teniendo cada una de sus extremidades atadas a una de las esquinas de la cama.
La idea de esta posición es que literalmente le puedes hacer lo que quieras a tu sumiso, desde darle besos, usar tu lengua, penetrarla, apretar o arañar ya que tendrás las ataduras bien sujetas para que la sumisa no se pueda liberar de la cuerda.
Si tu cama no permite atar de patas o cabecera, te recomendamos usar
el amarre para cama Grey.
Los límites son tu imaginación. Si estás iniciando en la práctica de la sumisión te recomiendo leer e instruirte antes de empezar a realizarla, ya que todo esto trae consigo mucha responsabilidad y respeto con tu sumisa y del mismo modo para tu sumisa requiere demasiada madurez y conocimiento propio. Así las prácticas de sumisión, sadomasoquismo y BDSM son más que un experimento de una noche. Al contrario de ésto es toda una forma de pensar y de vivir que te hará caer en cuenta de tus límites y de qué tan altruista eres con el otro, sexualmente hablando.
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